El Gobierno de México, liderado por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, ha dado un paso decisivo en el cumplimiento de sus 100 compromisos mediante la creación de Alimentación para el Bienestar, un programa que busca garantizar el acceso a alimentos sanos, nutritivos y a precios accesibles en comunidades marginadas del país.
Con la publicación del Decreto de desincorporación por fusión de SEGALMEX con DICONSA, se marca el nacimiento de esta nueva estrategia nacional, la cual está bajo la supervisión de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural.
Revolución en el abasto rural
Alimentación para el Bienestar renovará el Programa de Abasto Rural mediante la creación de Tiendas Bienestar, que estarán presentes en 25,600 localidades en 2025, mil más que el año anterior. Estas tiendas, cuyo lema es “Generamos felicidad”, tendrán como objetivo central fortalecer la red de distribución de alimentos esenciales en comunidades de alta y muy alta marginación.
Además, el programa dará prioridad al acopio de maíz y frijol producido por pequeños agricultores, garantizando precios justos y eliminando intermediarios. Este modelo también se expandirá al acopio de cacao, café y miel, que serán transformados en productos de la nueva marca Bienestar para su distribución en las Tiendas Bienestar.
Soberanía alimentaria y justicia social
El proyecto se alinea con el compromiso número 66 del Segundo Piso de la Cuarta Transformación, que busca una república rural justa y soberana. Bajo los principios del Humanismo Mexicano, Alimentación para el Bienestar apunta a consolidar la soberanía alimentaria del país, entendida como el derecho de todas las personas a una alimentación saludable y nutritiva.
Impacto en las comunidades
El programa no solo busca mejorar la dieta de las familias mexicanas, sino también fomentar la vinculación social y generar felicidad en las comunidades más vulnerables. A través de un enfoque integral, Alimentación para el Bienestar fortalecerá el desarrollo rural, apoyará a los pequeños productores y contribuirá al bienestar general de la población.
Con esta nueva política alimentaria, el Gobierno de México reafirma su compromiso con las personas más necesitadas, trabajando para que el bienestar y la felicidad lleguen a todos los rincones del país. Porque por el bien de todas y todos, primero las pobres y los pobres.